Guía de aprendizaje en casa N. 8: Texto expositivo ¿Por qué es desgraciada la gente?
Fecha: septiembre 6 de 2021
Fecha de envío al docente: lunes, septiembre 20 de 2021
ACTIVIDAD DE
EXPLORACIÓN: (qué voy a aprender)
GLOSARIO:
Preconizar: Defender o apoyar desde el primer momento una cosa que se
considera buena o recomendable.
Inasequibles: Que no se deja dominar por algo, en especial por un
sentimiento negativo.
Puritana: adj.
Dicho de una persona: Que real o afectadamente profesa con rigor las virtudes
públicas o privadas y hace alarde de ello.
Psicoanálisis: Teoría psicológica que concede una importancia decisiva a la
permanencia en el subconsciente de los impulsos instintivos reprimidos por la
conciencia.
Ulterior: Que sigue en el tiempo a otra cosa o persona que se toma como
referencia.
Cesación: suspensión,
detención, interrupción.
Narcisista: trastorno
mental en el cual las personas tienen un sentido desmesurado de su propia
importancia, una necesidad profunda de atención excesiva y admiración,
relaciones conflictivas y una carencia de empatía por los demás.
Megalómano: trastorno
de la personalidad, caracterizado porque la persona tiene ideas de grandeza, de
manera que puede mentir, manipular o exagerar algunas situaciones o a las
personas, a fin de conseguir sus objetivos.
Persuadir: Conseguir con razones y argumentos que una persona actúe o
piense de un modo determinado.
Eslogan: fórmula breve y original, utilizada para publicidad,
propaganda política, etc.
Para muchos jóvenes de hoy, estar tristes está de moda. Para otros, la
felicidad es un disfraz que se viste los viernes a cualquier precio.
¡Anticípate!
¿Con qué frecuencia
te sientes aburrido?
¿Te gustan las
emociones intensas? ¿por qué?
¿Te gusta más la
segura monotonía?
ACTIVIDAD DE
ESTRUCTURACIÓN DE LOS APRENDIZAJES: (lo que estoy aprendiendo)
¿Por qué es desgraciada la gente?

Tal vez sean la mejor introducción a
la filosofía que preconizo unas
breves palabras autobiográficas. Yo no nací dichoso. De niño, mi himno favorito
era: “Cansado del mundo y con el peso de mis pecados”. A los cinco años, yo
pensaba que si había de vivir setenta no había pasado aún más que la catorceava
parte de mi vida vital, y me parecía casi insoportable la enorme cantidad de
aburrimiento que me aguardaba. En la adolescencia, la vida me era odiosa, y
estaba continuamente al borde del suicidio, del cual me libre gracias al deseo
de saber más matemáticas. Hoy, por el contrario, gusto de la vida, y estoy por
decir que cada año que pasa la encuentro más gustosa. Esto es debido, en parte,
a haber descubierto cuáles eran las cosas que deseaba más y haber adquirido
gradualmente muchas de ellas. En parte es debido también a haberme desprendido,
felizmente, de ciertos deseos (la adquisición del conocimiento indudable acerca
de algo) como esencialmente inasequibles.
Pero en la mayor parte se debe a la preocupación, cada día menor, de mí mismo.
Como otros que recibieron educación puritana,
yo tenía la costumbre de meditar acerca de mis pecados, mis extravagancias
y mis defectos. Yo me creía –seguramente con justicia- un ejemplar miserable.
Gradualmente, me acostumbré a ser indiferente para conmigo mismo y para mis
faltas, y llegué a concentrar cada vez más mi atención en objetos externos: la
situación del mundo, las diversas ramas del conocimiento, las personas que me
eran agradables.
Es verdad que las preocupaciones
exteriores traen su posibilidad de dolor; el mundo puede hundirse en una
guerra, ciertas clases de conocimiento pueden ser difíciles de alcanzar, los
amigos se pueden morir. Pero esta clase de dolores no destruye la calidad
esencial de la vida como los que se producen del disgusto consigo mismo. Y todo
interés externo inspira alguna actividad que, mientras el interés permanece
activo, nos previene por completo contra el tedio. El interés por uno mismo, al
contrario, no conduce a ninguna actividad progresiva. Puede llevarnos a
escribir un diario, a caer en el psicoanálisis
o tal vez a meterse de fraile. Pero el fraile no será feliz hasta que la rutina
del monasterio le haya hecho olvidar su propia alma. La felicidad, que él atribuye
a la religión, la pudo haber obtenido haciéndose barrendero, siempre que se le
obligara a serlo durante toda su vida. La disciplina externa es el único camino
que pueden seguir hacia la felicidad esos infortunados, cuya absorción en sí
mismos es demasiado profunda para que pueda curarse de otro modo.
(…) Es evidente que las causas
psicológicas de la infelicidad son muchas y variadas. Pero todas tienen algo en
común. El hombre típicamente desgraciado es el que, habiendo sido privado en la
juventud de alguna satisfacción normal, ha llegado a evaluar unas
satisfacciones más que otras y, por lo tanto, ha dado a su vida una dirección
única, además de un énfasis exagerado del éxito sobre las actividades opuestas
a él. Hay, sin embargo, un desenvolvimiento ulterior que es muy frecuente en nuestros días. Un hombre puede
sentirse tan contrariado que no busque otras satisfacciones que la distracción
y el olvido. Entonces se convierte en un devoto del placer. Es decir, procura
hacer llevadera la vida, sintiéndose menos vivo. La embriaguez, por ejemplo, es
puramente negativa, una cesación
momentánea de la infelicidad.
El narcisista y el megalómano creen
que la felicidad es posible, aunque adopten procedimientos equivocados para
conseguirla; pero el hombre que se embriaga de un modo y otro no tiene más
esperanza que el olvido. En su caso, de lo primero que hay que persuadirlo es que la felicidad es
deseable. Los hombres desgraciados, como los hombres que duermen mal, se
muestran siempre orgullosos de ello. Tal vez su orgullo sea como el de la zorra
que perdió la cola, y en ese caso el remedio está en indicarles cómo pueden
volver a crecer la cola nueva.
Yo creo que muy pocos hombres elegirán
ser desgraciados si ven una posibilidad de ser felices. No niego que exista esa
clase de hombres, pero no son lo suficientemente numerosos como para darles
importancia. Por lo tanto, yo supondré que el lector prefiere ser feliz a ser
desgraciado. No sé si yo podré ayudarle a conseguirlo; pero, a fin de cuentas,
el intento no le va a producir daño alguno.
Bertrand Russell, La conquista de la felicidad, Madrid,
Espasa Calpe, 1985.
Ahora escuchemos la canción Felicidad, de Laura Pausini. Ingresa
al siguiente link:
https://www.youtube.com/watch?v=0aY0daLzq6Y
También puedes leer: La
hipótesis de la felicidad: la búsqueda de verdades modernas en la sabiduría antigua,
Barcelona, Editorial Gedisa, 2006.
ACTIVIDAD
DE APLICACIÓN Y TRANSFERENCIA:
(Practico lo que aprendí)
Establece,
mediante colores, la manera en que afrontas una crisis emocional, los motivos
por los cuales la enfrentas de esa manera y la forma que escogerías para
contrarrestar ese comportamiento que no te ha llevado a una solución fructífera,
veamos un ejemplo:
ACCIÓN
EN CRISIS
|
RAZONES
DE LA ACCIÓN
|
CORRECCIÓN
DE LA ACCIÓN
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Aislarme
para quejarme y dolerme por lo que me pasa.
|
La
rabia desaforada y sin razón contribuye a calmarme.
|
Utilizar
esa energía para dar cabida a sentimientos de amor, de bondad y de
solidaridad, a fin de ponerme en el lugar del otro.
|
Enfurecerme
y tomarla contra cualquiera.
|
Reconocerme
como el responsable y culparme por todo es un paso importante para mí.
|
Culparse
no conduce a nada bueno. Mirar los hechos y evaluarlos en su verdadera
dimensión.
|
Escuchar
música triste para sentirlo todo al máximo.
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La
cobardía me anula y pienso que reconociendo el miedo logro algo, por pequeño
que sea.
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Sobrepasar
el miedo, buscando una comunicación respetuosa con los demás.
|
Pensar
en el miedo que me causa afrontar la situación.
|
Me
gustan las emociones fuertes, porque me demuestran que estoy vivo.
|
El
hundirse en el interior no me permite avanzar. Debo realizar tareas útiles,
como crear, jugar u organizar mi cuarto.
|
ACTIVIDAD
DE EVALUACIÓN Y VALORACIÓN: (Qué aprendí)
TAREA (ENVIAR AL CORREO DE TU PROFE)
1.Apareamiento:
De
acuerdo con el sentido común, completa las siguientes afirmaciones, colocando
entre el paréntesis la letra correspondiente:
( ) El cariño recibido es una causa
importante a. tiene afectos
libres y se de felicidad; pero interesa en cosas de importancia.
( ) El miedo es la razón principal de que
los b. no es precisamente la hombres tengan tanto recelo a admitir hechos persona que lo pide aquella a quien se lo dan.
( ) El hombre feliz es el que vive
objetivamente, c. y estar tan
dispuestos a el que abrigarse con el ropaje caliente de la ficción.
( ) Tan pronto dejemos de reconcentrarnos d. surgirán intereses y en nosotros mismos, relaciones interpersonales satisfactorios
2. Si el hecho de ser feliz
dependiera de las condiciones económicas, como suele creerse, todos los pobres
del mundo serían extremadamente desgraciados, lo cual es falso, y todos los
ricos serían inmensamente felices, lo que también es falso. Busca en noticieros
de televisión y en periódicos información que confirme esta idea y redacta un eslogan sobre la importancia de una
buena actitud frente a la vida. Ejemplo:
Eslogan:
¿Lo material es directamente proporcional a lo espiritual?
3. Si hoy fuera el primer día de tu
vida, ¿Qué te cambiarías en ti? Justifica tu respuesta.
a. Mi
actitud despectiva hacia los demás.
b. La
pereza al realizar mis trabajos en casa y en el colegio.
c.
Respetaría más a los demás y los escucharía más.
d. Daría más
sin esperar nada a cambio.
4. Si hoy fuera el último día de tu
vida, ¿qué harías? Justifica tu respuesta.
a. Irme a
rumbear.
b.
Realizaría mis tareas de la mejor manera posible.
c. Ir en
busca de quienes amo y decirles que los amo.
d.
Escribir una despedida para cada una de las personas que han sido importantes
para mí.
5. Estás de acuerdo con que resulta
más “saludable” actuar más y pensar menos para ser más feliz en la vida?
Justifica tu respuesta.
a.
Sí b. No c. Depende d. Otra